El kiwi es un  fruto cítrico cuyo origen remonta a la China Meridional, India y Japón. Sus importantes propiedades han popularizado su consumo, extendiendo su cultivo a países como Nueva Zelanda, Brasil, Italia y Chile, quienes hoy en día son los principales productores. Tanto es así que en Nueva Zelanda se ha convertido en un símbolo nacional, donde recibe el nombre ¨kiwi¨ debido a su parecido con un ave autóctona del lugar.

Según la nutricionista Gimena Machado, “su elevada cantidad de Vitamina C, que supera la aportada por las naranjas o los limones, contribuye a fortalecer el sistema inmune, reforzando las defensas del organismo, quienes son las encargadas de protegerlo contra infecciones.¨ Además, esta vitamina mejora el estado de la piel debido a su función antioxidante y a la estimulación de la producción de colágeno, una proteína encargada de brindar elasticidad y firmeza a los tejidos.

No obstante, el kiwi es mucho más que vitamina C,  como comúnmente es conocido. También aporta un elevado contenido de fibra, vitaminas y minerales, que lo catalogan como una fruta de alto valor nutritivo. El elevado aporte de fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, además de contribuir a la eliminación de toxinas del organismo.

Hoy en día se sabe que el kiwi actúa también en la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que algunos de sus nutrientes ayudan a proteger a las arterias del cúmulo  de colesterol, que muchas veces es el desencadenante de los accidentes vasculares.  

Comprendiendo ahora un poco más de los beneficios de los kiwis, los invitamos a interiorizarse con otros productos a través de nuestro programa de Responsabilidad Social Empresarial PROACTITUD, un compromiso con la promoción de hábitos saludables, para que todos logremos asumir que nuestra salud depende de nuestra ACTITUD.