Los espárragos son los tallos y brotes tiernos de una planta llamada esparraguera, que desde la antigüedad han sido muy apreciados tanto por sus usos culinarios como por sus propiedades medicinales. Existen dos tipos de espárragos, los blancos que crecen abajo de la tierra y los verdes, que en contacto con la luz del sol desarrollan un pigmento llamado clorofila, responsable de esta coloración.

Este vegetal no solo se destaca por su sabor, sino que además se lo considera un aliado para la salud, gracias a sus importantes propiedades. Los nutrientes que aportan son esenciales para el organismo y hacen de ellos un alimento necesario en cualquier etapa de la vida.

Dentro de sus nutrientes, se destaca la presencia de potasio, un mineral que brinda el efecto diurético de  los espárragos, y actúa eliminando líquidos retenidos en el organismo y con ellos toxinas, causantes de muchas enfermedades.

Por otra parte, su gran aporte de vitaminas C, E y provitamina A, le brindan una alta capacidad antioxidante. Según afirma la nutricionista Gimena Machado: “el consumo de alimentos que aportan antioxidantes es vital en la lucha contra los radicales libres, unas moléculas que se forman dentro de nuestro organismo y ocasionan efectos negativos sobre la salud. Hoy en día, nos enfrentamos a situaciones diarias que aumentan la formación de este tipo de moléculas, tales como la contaminación ambiental, el estrés, la alimentación rica en alimentos industrializados y procesados y el efecto nocivo de los rayos UV, por lo cual aumentar el consumo de antioxidantes es clave para estar saludables”.

Comprendiendo ahora un poco más de los beneficios de los espárragos, los invitamos a interiorizarse con otros productos a través de nuestro programa de Responsabilidad Social Empresarial PROACTITUD, un compromiso con la promoción de hábitos saludables, para que todos logremos asumir que nuestra salud depende de nuestra ACTITUD.