De todos  los alimentos que existen en la naturaleza, las frutas, junto a los vegetales, son las mejores.  Cautivan los sentidos con sus colores, aromas y sabores, además de nutrirnos profundamente.

Se las considera el alimento perfecto, ya que no requieren ningún tipo de preparación y nos brindan los nutrientes que nuestras células necesitan para cumplir con sus funciones.  Nos aportan las vitaminas, los minerales y los antioxidantes indispensables para que nuestra salud alcance su más alto nivel. Si se consume una variedad amplia de ellas, estaremos menos propensos a enfermar, podremos prevenir el envejecimiento y tener un sistema inmune más fuerte, mayor nivel de energía y emociones más positivas.

Según estudios que investigan la evolución del hombre, el ser humano originalmente era frugívoro, y no omnívoro como lo es actualmente. Hubo un desvío en su patrón alimentario ideal, sin embargo su organismo no acompañó dicha evolución. Hoy en día tenemos una alimentación anti fisiológica, o sea que no está diseñada para nuestro sistema digestivo y como consecuencia acumulamos toxinas, responsables de muchas de las enfermedades que nos afectan hoy en día.  

Para prevenir estas afecciones, las frutas y los vegetales son imprescindibles; NUTREN, VITALIZAN Y DEPURAN, constituyendo la parte más importante de nuestra alimentación. Por dicho motivo lo ideal es que al menos la mitad de los alimentos que consumimos sean frutas y verduras crudas.

Incorpóralas todos los días a tu alimentación y comenzá a disfrutar de los beneficios de verte y sentirte mejor.

En el post de la semana que viene hablaremos de la importancia de los colores en los vegetales y que nos aporta cada uno.

Hasta la próxima semana!!!

Lic. en Nutrición Gimena Machado.